“Yo y mi esposa estamos casados desde hace muchos años y tenemos un matrimonio feliz y sereno. Sólo en la cama las cosas no andan muy bien. Prácticamente no hacemos el amor, y las pocas veces en las que sucede, no es realmente excitante y siempre tengo la sensación de que mi mujer no ve la hora de que se acabe.
Hemos discutido el tema con frecuencia y ella coincide con que entre dos personas casadas debería existir mucha más actividad sexual. Sin embargo, parece haber perdido todo interés al respecto. Le he explicado que para mí esto es muy frustrante y, además, ¡no es que tengo ochenta años!
Hace poco me propuso concretar mis fantasías sexuales por fuera de nuestra relación. Le pregunté a qué se refería. Me dijo que ella no tendría ningún problema si yo tuviese una aventura, de tanto en tanto. No debería siquiera decírselo cada vez. Debería sólo prestar atención a no contagiarme ninguna enfermedad o cosas por el estilo.
Página de "aventuras" galardonada
Antonio C., 42 años
¿Esta situación te es familiar? ¿Tu pareja estable de muchos años te ha sorprendido animándote a conseguir un/a amante? La mayor parte de la gente de seguro se confundiría frente a una propuesta como esta. ¿Pero es realmente inmoral dar a la esposa o al marido el permiso controlado para traicionar?
Admitámoslo: La infidelidad no es algo raro en nuestra sociedad. Pero ser infieles con el permiso de la propia pareja es bastante insólito. Hemos efectuado una investigación sobre cómo las parejas se relacionan con el adulterio autorizado y hemos descubierto las ventajas y las desventajas de este tipo de traición.
La traición controlada no es algo muy extraño
La idea fundamental de la traición controlada no está muy errada. Muchas parejas aún se aman luego de muchos años de matrimonio, pero su actividad sexual ya no es como antes. En general uno de los dos sufre inmensamente por esta situación. Al otro, en cambio, la abstinencia le viene muy bien y las tímidas tentativas de seducción del cónyuge son percibidas como molestias. Para el cónyuge activo esta situación lleva casi siempre a la infidelidad. El punto es cómo decidir manejarla. ¿Traicionar en secreto o pedir permiso al otro? El segundo caso es muy raro, la mayor parte de la gente opta por la traición clandestina.
La decisión indicada puede ser tomada sólo por la persona en cuestión. ¿Se puede revelar a la pareja toda la verdad? ¿La esposa -o el marido- tiene una mentalidad lo suficientemente abierta para legitimar el adulterio? Si te encuentras en una situación similar, debes establecer si puedes permitirte ser completamente honesto con tu pareja. Si tu pareja es una persona muy tradicional te desaconsejamos la variante de la traición a la luz del sol. Si, en cambio, en el pasado ya ha demostrado ser de mente abierta con respecto a las relaciones de pareja, entonces podrías comenzar con alguna indirecta y, si parece marchar, busca el diálogo. Prepárate bien para esta conversación y expone argumentos sensatos. No responsabilices a tu pareja en ningún caso y no le eches la culpa por la situación. Lo mejor es intentar describir la situación desde un punto de vista neutral, quizá haciendo referencia a los beneficios que él o ella obtendrá a partir del hecho de no ser más acosado/a por ti.
Así funciona la infidelidad controlada
Una vez que tu cónyuge ha consentido una traición controlada, es esencial definir los términos y las condiciones. Esto es un paso fundamental y no debe ser subestimado, incluso si se trata de algo un tanto molesto. Es oportuno especificar de forma clara y unívoca sobre todo los siguientes aspectos:
• Las reglas deben ser inequívocas – decide junto a tu pareja cuánto deberá saber sobre la traición. Además, asegúrale la posibilidad de intervenir en caso de que la situación se torne demasiado “riesgosa”.
• Encuentra la persona indicada para la aventura – es oportuno aclarar la cuestión de la elección del amante junto a la pareja y decidir desde un inicio si él o ella tendrán voz en el asunto. Algunos cónyuges desean estar involucrados en la decisión, mientras que otros prefieren no ser puestos al corriente.
• ¿Cómo manejar los celos? – Habla abiertamente con tu pareja sobre esta eventualidad y decidid juntos cómo deberéis actuar en el caso en el que tú te enamores de tu amante. El cónyuge debería poder exigir en cualquier momento que tú pongas fin a la traición.
• Respetar las reglas del sexo seguro – Aquí las palabras clave son contracepción y prevención de las enfermedades de transmisión sexual. No es necesario aclarar que por fuera del matrimonio debería practicarse sólo el sexo seguro.
Diferencias con la relación abierta
En una relación abierta, ambos son libres de tener relaciones sexuales por fuera de la pareja. En el caso de la traición controlada, en cambio, a menudo esto se permite a sólo uno de los cónyuges. Sin embargo, en un contexto de traición autorizada, se puede también considerar la posibilidad de una relación abierta. En este caso tanto la mujer como el marido tendrán el derecho de tener aventuras extraconyugales. Pero también en una relación abierta las reglas deben estar claramente definidas y ninguno de los dos debe sentirse obligado a hacer algo que no desea.
Ventajas de la infidelidad autorizada
La infidelidad cometida a la luz del día ofrece diversas ventajas, ya sea respecto a la traición clandestina como a la traición reprimida. En primer lugar, crea claridad en el interior de la relación. Los esposos hablan finalmente de forma clara y honesta sobre sus problemas sexuales y se empeñan en encontrar una solución amistosa. La traición autorizada puede también aliviar las tensiones permitiendo a la pareja activa tener sexo de forma controlada, sin que el otro se sienta molestado u obligado a prácticas sexuales que no desea realizar. Ninguno debe renunciar a nada y ninguno debe sentirse obligado a hacer algo en nombre de los deberes conyugales.
La infidelidad consentida crea también nuevas libertades. Quizá también tu pareja haya pensado en una aventura por fuera de la pareja. Ahora tenéis ambos la posibilidad de seguir vuestros deseos, sin que vuestro matrimonio deba sufrir. También existe una probabilidad muy alta de que, gracias a la infidelidad, vuelva a encenderse el fuego entre ambos. Muchas parejas afirman haber reencontrado el interés sexual justamente después de una infidelidad. En general, se encuentra una mayor apertura de mente respecto a las fantasías eróticas recíprocas. Algunas parejas se abren a tal punto que frecuentan juntos el club de swingers, o involucran a sus amantes en su sexo conyugal. La única regla es: si algo gusta, entonces está permitido. No hay límites para la fantasía. Lo importante es que ninguno se sienta subyugado o forzado a hacer algo que no desea. Por lo demás, podrás vivir plenamente tu nueva vida sexual como más te guste.
Riesgos relacionados con la infidelidad autorizada
Obviamente, también una traición sin tapujos conlleva ciertos riesgos. Podrías enamorarte de tu amante. O tu pareja podría quebrarse bajo el peso de los celos. ¿Y qué sucede cuando tu media naranja de pronto quiere tener una aventura por su lado? Estas son cosas sobre las que deberías reflexionar desde un inicio, preferentemente junto a tu pareja.
Conclusión
A diferencia de la infidelidad secreta, el adulterio autorizado es una excepción y se practica raramente. Pero sin embargo, para nosotros, esta variante de la infidelidad es la más honesta para con el marido o la esposa. Sin embargo, es recomendable considerar atentamente si se debe pedir efectivamente al cónyuge su autorización. Esto debe ser decidido considerando las particularidades de cada caso, y es necesario estar listos para aceptar también una respuesta negativa, sin luego cometer la infidelidad de todo modos, pero en secreto.
Indiferentemente de la variante de la traición por la cual te decidirás, no tendrás demasiada dificultad para encontrar alguien con quien tener una aventura. Internet está lleno de portales en línea sobre los cuales podrás encontrar gente en tu misma sintonía. Para esto, ¡lee nuestro test de los sitios de traición en línea!
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