Para algunos, una aventura es similar a jugar con fuego; el éxito no está asegurado. Otros consideran la traición ocasional como un medio adecuado para reavivar la llama de su relación. Cada aventura sucede por un motivo. A veces, las causas que impulsan a uno de los de la pareja a ser infiel son múltiples. No puede tratarse la cuestión desde un ángulo moralista.
La realidad es que nadie puede saber con certeza que jamás se encontrará en el rol del traidor o del traicionado en una relación. Si queremos respaldarnos en las estadísticas, parece ser que una persona cada dos es infiel, al menos una vez en su vida.
La infidelidad como modo para salir de la rutina
Incluso si dos personas se han jurado fidelidad eterna mutuamente, esto no quiere decir que sean inmunes a los escollos de la cotidianeidad. Son muchos los aspectos de una relación que sucumben frente a las rutinas de la vida real.
Página de "aventuras" galardonada
La infidelidad y la trampa del amor
Contrariamente a la creencia popular según la cual el ser humano no tiene la capacidad para amar a dos personas al mismo tiempo, la vida real demuestra lo contrario. Un romance conlleva siempre el riesgo de caer en la trampa del amor. Lo que había comenzado como una simple aventura, a causa del impredecible “factor amor”, de pronto se transforma en un complicado asunto del corazón. Te sientes atraído por una persona con la cual has tenido un romance de una noche, pero al mismo tiempo también tienes sentimientos profundos por tu pareja actual. Te encuentras con el “corazón partido en dos”, como dice la canción. También puede darse que el amor que sientas por tu pareja incluso se torne más fuerte que antes y que, al mismo tiempo, extrañes con todo tu corazón a la persona con la que has tenido la aventura. Antes de ser infiel, deberías tener en claro que, si bien es normal sentir una cierta simpatía por la persona con la cual se tiene la aventura, en realidad se trata sólo de amor físico.
La infidelidad y el tipo melodramático
Si eres del tipo melodramático, probablemente cuando traicionas caes a menudo y por voluntad propia en la trampa del amor. El tipo melodramático tiene la necesidad de sentir fuertes emociones para ser infiel. Las mujeres a menudo sueñan con un príncipe azul que las salve del triste gris de la cotidianeidad. Los hombres desean sentir una afinidad espiritual. En todo caso, ambos tienen necesidad de sentir pasión y fuertes emociones en todas las fases de la traición. El sexo, en estos casos, no es más que un aspecto del juego. El tipo melodramático, al menos, logra regresar a su propia vida de siempre sin demasiados problemas, porque por debajo, bien profundo, siempre ha sabido que aquella pasión explosiva no era más que una efímera puesta en escena.
La infidelidad como instrumento de autoafirmación
La rutina cotidiana de una relación puede a menudo llevar a uno de los de la pareja a no sentirse lo suficientemente apreciado -independientemente del hecho que esto sea verdad o mentira. Si algo se asume como cierto, entonces toma el mismo valor. Lo mismo sucede en el ámbito de una relación de pareja. Una aventura puede revelarse como una buena ocasión para volver a sacar brillo a una autoestima dañada. Las experiencias sexuales con una nueva pareja se tornan en un medio para volver a hallar el camino hacia la autoafirmación. Sentirte atractivo/a y deseable por otra persona llevan a el reconocimiento de que no se obtiene más por parte de la propia pareja.
La traición involuntaria
¿Tu relación de pareja te deja feliz y satisfecho y no sientes que te falta nada? Incluso una relación perfecta no garantiza la fidelidad absoluta. “La ocasión hace al ladrón”, como dice el refrán. Los psicólogos hablan de traición “involuntaria”, cuando una persona a la que en realidad no le faltaba nada se encuentra siendo infiel. A menudo, el alcohol juega un rol importante en este tipo de infidelidad. Primero caen las inhibiciones, luego las prendas. Como dice la frase: “puedo resistir a todo, menos a las tentaciones”.
Una vez no cuenta
Una aventura puede ayudar a reforzar una relación en crisis y, además salvarla. En el caso de los infieles reincidentes, sin embargo, suele haber un problema más profundo de base. En la mayor parte de los casos, estas personas no se sienten realmente satisfechas con ninguna pareja y se encuentran permanentemente en la búsqueda de reafirmación. Además de tener aspectos positivos, una aventura puede también ser el inicio del fin de una relación. Antes de una traición, es necesario ser conscientes de que se está por cometer una gran violación a la confianza. Es extremadamente difícil ganar nuevamente la confianza de alguien, una vez que se la ha destruido. La pareja podría vengarse siendo infiel por su parte. En cualquier caso, una charla clarificadora es necesaria y esencial para el perdón reconciliador. La persona traicionada tiene el derecho de conocer los motivos de la traición. Además, es necesario recordar que la conciencia sucia generada por una traición puede tornarse un peso muy grande para soportar.
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